Prólogo

Parece acertado reconocer, a la luz de los análisis observados y basados en la apreciación de la realidad inmediata, que en la actual situación de nuestro País resulta inevitable ser conscientes de que nos movemos en nuevas realidades económicas y socio-políticas que nos plantean nuevas interrogantes sobre cuestiones que han ido surgiendo durante todos estos años de andadura tras la cancelación y cierre definitivo del MLNV, y que hasta ahora, no estaban en la agenda de ninguna organización del espectro de la izquierda, ni abertzale, ni estatal, ni socialdemócrata e incluso ni en las que se autodenominan revolucionarias.

Y es que esta nueva y dura realidad impuesta por la Globalización imperial y que invade todos los ámbitos de nuestras vidas, provoca que la vieja izquierda que hemos conocido se aleje de la clase social a la que dice defender así como de la construcción de un mundo diferente en donde el género humano pueda ser libre. Pero más grave aún que su alejamiento de las clases trabajadoras, a nadie se nos escapa que además no sólo es incapaz de responder ante la nueva realidad imperante sino que en algunas situaciones nos niega, en otras nos divide y en el mejor de los casos intenta que nuestra nación sea asimilada dentro un proyecto globalista que promueve activamente nuestra extinción de la historia. Este globalismo desde su irracionalidad nos está engullendo y predispone a la izquierda actual a que asuma las emociones en vez de los argumentos, a que moralice y no discuta, a imponer y a no debatir, todo disfrazado de modernidad, derechos humanos y cambio emancipador pero que en realidad sólo sirve para cumplir los mismos objetivos que pretenden imponer las Corporaciones, los entramados empresariales y las nuevas mafias de trata de esclavos, es decir, esta nueva izquierda liberal contribuye a que la rueda de la acumulación capitalista siga su curso.

La cancelación y el nacimiento de la Izquierda liberal

Pero la manifestación más singular de la debilidad ideológica de esta vieja izquierda reside en el despliegue sin rubor de una nueva censura centrada en lo que se viene a denominar la cultura de «la cancelación». La imposición de lo “políticamente correcto”que frena un debate sano en el marco de la propia izquierda y que raya lo insoportable para cualquier atisbo de cuestionamiento racional. Tras esta política de la cancelación existe toda una maquinaria mediática sistémica de descalificación contra la disidencia que genera el miedo a ser señalado e impide toda oposición.

La cultura de la cancelación ha sido clave para el nacimiento de esta nueva izquierda, una izquierda incluso pseudorrevolucionaria postmoderna, que nos mira por encima del hombro desde su atalaya de superioridad moral y que nos impone sus planteamientos salidos desde las universidades estadounidenses con el fin de sustituir la centralidad de la disputa entre capital y trabajo como eje del conflicto social y en nuestro caso también nacional.

El auge de la extrema derecha y la clase trabajadora

Las graves consecuencias de toda esta situación es que gran parte de la clase trabajadora de nuestro país y del mundo, se ha alejado de la política porque están desencantados, otra parte se acercará a la extrema derecha por rabia y desesperación ante la falta de alternativas. Y desgraciadamente ya la tenemos encima, una extrema derecha envalentonada que va recogiendo las banderas que la izquierda ha dejado atrás. El fracaso de esta nueva izquierda, la izquierda liberal y los pseudorrevolucionarios postmodernos está servido y esta es nuestra herencia.

QUÉ ES INDAR SOZIALA

Nuestra mejor respuesta a lo que está sucediendo es conocerse a una misma como decían los griegos. No estamos aquí para victimizarnos ni para recordar glorias pasadas, tampoco para insistir en cuestiones históricas que se sucedieron a los largo de todos aquellos años pasados de lucha. El pragmatismo y el posibilismo dominan la escena, los intereses individuales aplastan toda perspectiva que pretenda abordar la realidad desde un criterio social, la palabra socialismo se confunde con beneficencia y la solidaridad no es más que una plataforma ONGera para la promoción personal o para limpiar la propia conciencia. Ésta y no otra es gravedad del momento, no es para menos.

Queremos ser una organización de izquierda, anticapitalista y antiglobalista, que aspira a constituirse en un proyecto político para la Restitución de la Soberanía Navarra, Euskal Herria en forma de República y donde las clases trabajadoras sean el sujeto protagonista principal. El nacimiento de este proyecto está ligado a una larga reflexión de un grupo de trabajadores y trabajadoras de distintos orígenes políticos que hemos aceptado el hecho de que la historia de nuestro País y de la luchas de nuestra clase han conllevado a la evidencia de que somos una Comunidad, condición necesaria para que hayamos podido avanzar, superando viejos etnicismos y prejuicios religiosos, hacia un futuro más comprometido y prometedor. Y sin embargo, y a día de hoy, el peligro de desaparición de esta Comunidad es algo muy real. Existe un empuje imparable para la disolución del «Nosotras» promovido y potenciado por un falso cosmopolitismo, identidades de género individualistas convertidos en ideología, la destrucción de los restos nuestra base económica productiva, el aumento de la desigualdad social, la distancia cada vez mayor entre diferentes grupos de población que vive en auténticos guetos donde el multiculturalismo es un fracaso y donde se fomentan las sociedades paralelas y a todo esto se suma el declive de nuestra cultura y natalidad.

Toda esta situación nos lleva a promover una perspectiva nueva, basada en nuestra soberanía como nación y del protagonismo de las clases trabajadoras, a las que necesariamente tendremos que encajar en una espacio internacional altamente inestable que nos viene marcado por la formación de un nuevo polo de referencia económico y político, los BRICS. Su aparición en el horizonte puede darnos una oportunidad y va a obligar a operar cambios en muchas formaciones políticas y sociales de todo el espectro ideológico tanto de nuestro entorno como a nivel global.